Vencer nuestras voces interiores

1170815_10151559816766809_365403943_nTodos en algún momento hemos tenido pensamientos o voces internas de las que no podemos librarnos y nos producen malestar, ansiedad, preocupación, culpa o tristeza. Estas voces internas suelen hablar de nuestras debilidades, de nuestros miedos, de aquellas situaciones que no nos gustaría que pasaran o partes de nosotros que no queremos ver, que no aceptamos y de las cuales no estamos orgullosos. Estos pensamientos internos insistentes y saboteadores nos alejan lentamente de la sensación de felicidad, de paz o de autoconfianza.

En la consulta psicológica nos encontramos muchas veces con la misma pregunta ante esta desagradable experiencia, ¿por qué me pasa ésto?, ¿cómo puedo liberarme de estos pensamientos?, y en ocasiones, sin llegar a darnos cuenta que los pensamientos nos dominan, nos identificamos con su mensaje y nos sentimos insuficientes, tristes, culpables, desesperanzados, sin saber cómo hemos llegado a esa situación.

Lo cierto es que cuanto más rechazamos estas voces internas o cuanto más nos queremos deshacer de ellas, más nos estresamos. Este estrés lejos de darnos soluciones nos irrita más y nos enfada más. Cuanto más nos preguntamos el por qué y huímos de nuestras emociones desagradables más nos encontramos con ellas. La ansiedad que genera no conseguir el objetivo de dejar la mente en blanco puede incluso dañar la autoestima y esto, a su vez, producirnos un estado de ánimo deprimido. Cuanto más nos deprimimos menos ganas de hacer cosas, de relacionarnos, activarnos, sociabilizarnos, y cuanto más nos aislamos, más posibilidades de aumentar esos pensamientos negativos convirtiéndose ésto en una pauta de compartimiento cíclica y sin salida.

Teniendo en cuenta este círculo destructivo podemos pensar que la salida no está en luchar contra nuestras emociones y pensamientos, sino todo lo contrario, permitir que ocurran y aceptarlos como parte de nosotros. Cuánto más las queramos rechazar y evitar más fuertes se harán, más presencia en nuestros pensamientos tendrán. La sabiduría popular siempre nos da infalibles remedios y en este caso podemos pensar que si no podemos vencer al enemigo, ¿por qué no unirse a él? Aliarnos con nuestras voces internas, considerarlas parte de nosotros, escucharlas y comprender el mensaje implícito nos producirá alivio poco a poco.

El ser humano es capaz de sentir y de pensar, pero esto no quiere decir que debamos de sentirnos siempre bien o que debamos de tener pensamientos positivos siempre. Si hemos vivido una situación que no nos ha gustado es lógico que nos sintamos tristes, si estamos frente a algo novedoso e importante para nosotros cabe entender que sentir ansiedad es la emoción natural, la emoción que nos va  mantener alerta para enfrentarnos a esa situación.

Las emociones son reacciones naturales que nos permiten estar alerta en determinadas situaciones con el fin de prepararnos para enfrentar una situación satisfactoriamente y aumentar nuestro rendimiento en dicha situación. Así, si ante un evento importante sentimos ansiedad, miedo, inquietud, preocupación e inseguridad, y nuestros pensamientos giran en torno al miedo a hacerlo mal o a las posibles consecuencias negativas, decirnos repetidamente que no tenemos que sentirnos así, que estamos fallando, que somos débiles y cobardes por sentir ansiedad, sólo conseguirá sentir más culpa e inseguridad.

Sin embargo, si ante un evento importante ante el cual sentimos nervios y preocupación, nos permitirnos sentirnos así, escuchamos esas emociones y esos pensamientos, podemos llegar a la conclusión que la ansiedad cumple una función. Podemos darnos cuenta que dicha ansiedad habla de las cosas importantes para nosotros, habla del camino que tenemos que recorrer hasta coger más experiencia en ese tipo de eventos, todos aprendemos poco a poco, es lógico cometer errores en este aprendizaje y lo útil es permitirse tener errores para luego poder rectificarlos. Ante este tipo de situaciones, podemos optar por darnos comprensión, cariño y entendimiento. Podemos cuidar estos estados emocionales negativos tal y como nos cuidaríamos ante un dolor de cabeza después de un día de mucho trabajo. Podemos escuchar nuestras emociones y establecer un diálogo interno con nuestro niño interior, dándole mensajes positivos y soluciones, dando realismo a nuestra voz interior.

Todos tenemos “una voz sana” que nos ayuda a seguir hacia adelante, que busca lo positivo de cualquier situación y busca ser feliz. El diálogo interno con nuestros pensamientos y con nuestros miedos ayuda a desarrollar esta parte de nosotros que tiende hacia la felicidad.

La clave está en dejar de luchar y aprender a escuchar nuestros pensamientos negativos, nuestras voces internas. Para ello, suele ser muy práctico anotar en una libreta los pensamientos que más ansiedad nos producen y debatirlos tranquilamente, dedicarles tiempo y reflexionar sobre ellos. ¿Qué dicen de nosotros?, ¿qué mensaje tienen?, ¿qué parte de nosotros están protegiendo o para qué nos sirven?, ¿qué pasaría si no estuvieran?, ¿cómo podrías cambiarlos a pensamientos positivos y a mensajes motivadores que te ayuden a cumplir tus metas? Escribir los mensajes positivos en forma de autoinstrucciones y leerlos de vez en cuando nos genera confianza, seguridad y sensación de autosuficiencia.

Por otra parte, y en este proceso de aproximación a nuestros pensamientos más temidos, es recomendable practicar técnicas de relajación y respiración ante situaciones tensas o estresantes. Nos ayudarán a centrarnos en las sensaciones corporales y olvidarnos por un tiempo de la mente.

Aceptar todos nuestros pensamientos, emociones e ideas, sin juzgarlas, sin enfadarnos con ellas y con nosotros por tenerlas,  nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos y a no depender de las voces internas.

Recuerda, el problema no es sentir ni pensar, puesto que esto es algo natural propio del ser humano, el problema es la valoración que hacemos de estos pensamientos y cómo los juzgamos.

“Lo importante no es lo que ocurre, sino lo que hacemos con lo que ocurre”

 Isabel Soriano Santacruz
Psicóloga CV08364
www.isorianopsicologa.com
Terapia Psicológica en San Vicente, Alicante y Novelda.
 
Esta entrada fue publicada en Articulos. Guarda el enlace permanente.